Debemos admitirlo, al iniciar un nuevo emprendimiento no contamos con el dinero necesario para cubrir la gran cantidad de gastos que la iniciativa requiere, sobre todo porque en la primera etapa existen muchas salidas y los ingresos tardan en llegar.
Junto a la gran cantidad de necesidades, el empresario se verá ante la dificultad de poseer con urgencia un nombre y una imagen para su producto o servicio. Es en ése momento donde muchas veces decide realizar el trabajo en persona, quizás también, recurrir a algún conocido o buscar alguien que pueda realizarlo al menor costo posible. Es por ésta decisión tan común que vemos constantemente marcas que no comunican o que lo hacen erróneamente, imágenes que no coinciden con el producto o servicio ofrecido y contradicciones similares.
Sin duda, el empresario sabe que su iniciativa merece una mejor identidad de marca, pero los costos fueron los que determinaron su elección, sin tener en cuenta los beneficios que una Identidad Corporativa profesional puede otorgarle a su empresa. Estos beneficios pueden fácilmente restituir el dinero invertido al llegar de forma rápida y efectiva al público que quiere ofrecer su producto o servicio.