El respeto a la marca y a la Identidad Corporativa de una empresa es un valor inviolable en los profesionales del área que lleven adelante su trabajo con responsabilidad. Es necesario conocer los beneficios que una marca creada y gestionada correctamente puede otorgar a la empresa y a partir de allí trabajar en hacerlo realidad. En este artículo del reconocido Norberto Chaves que compartimos con ustedes se resume extraordinariamente esta afirmación, como así también las consecuencias de tomar el camino incorrecto. Esperamos que les sea útil y compartan sus impresiones con nosotros.
NORBERTO CHAVES
La marca: ¿vestimenta o disfraz?
BARCELONA | Convencidos de que lo único importante es ser novedosos, muchos directivos y diseñadores en lugar de identificar empresas, instituciones y hasta países, producen marcas que, curiosamente, no se parecen a sus dueños.
L
a marca, esa señal que indica la presencia de un sujeto, no es una novedad de la sociedad de mercado; sus orígenes se pierden en la memoria pues se remontan a la primera necesidad humana de hacer reconocible la propiedad o procedencia de un bien o un mensaje cualquiera.
En todo caso, lo particular de la marca contemporánea es el haber adquirido, en importantes sectores de actividad, un valor en si misma. Una expresión tan sofisticada como «capital marcario» no sólo hace alusión al «fondo del comercio» sino también a la propia capacidad «vendedora» —en el sentido de «apalancadora» o «legitimadora»— del propio signo gráfico.
La consciencia generalizada de este hecho ha disparado una auténtica carrera en pos de la creación de símbolos y logotipos en todos los sectores, no sólo en el campo empresarial sino incluso en organismos del más alto nivel institucional: allí están las