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l valor agregado es un término conocido en el ámbito de los negocios
para hacer referencia a un servicio o característica que se le adosa al
producto o servicio principal que ofrecemos, buscando diferenciarnos de la competencia.
Pero ¿de qué forma puede ser aprovechado en la Identidad Corporativa este
concepto? A la hora de imaginar nuestro emprendimiento, seguramente nos
encontraremos con una idea de negocio ya existente en el mercado, es ahí donde
el valor agregado cumple una función importante desde el momento de concebir la
marca y la forma de comunicarnos con nuestros públicos.
Veamos un ejemplo simple para entender mejor el concepto: queremos
instalar un restaurante, en nuestra ciudad existen cientos o miles de
restaurantes que ofrecen básicamente los mismos productos y servicios que
nosotros queremos brindar. Minutas, comidas diarias, menus ejecutivos, aguas,
gaseosas, jugos, cervezas, vinos. ¿Cómo distinguirnos y separar nuestro
emprendimiento de todos los ya existentes que cuentan con una clientela y están
desde hace tiempo atrás?
Debemos incorporar el valor
agregado desde la concepción del proyecto. Desarrollando un nombre de marca que
se refiera a ese valor agregado, un slogan que nos sirva de enganche para
llegar a un determinado público y dar a conocer desde nuestro surgimiento qué
es lo que nos hace singulares y por qué elegirnos. Podemos por ejemplo instalar
un restaurante temático donde el valor agregado sea lo literario, tendrá
entonces un nombre relacionado con ello, por ejemplo “El Gabo”, para hacer
referencia al apodo del escritor Gabriel García Márquez; nuestras paredes
estarán cubiertas de frases literarias conocidas o imágenes de los grandes de
las letras; nuestra carta de productos tendrá fragmentos de libros y nombres
que nos recuerdan obras emblemáticas, podemos tener un espacio con una
biblioteca para que quienes nos visitan puedan aprovechar y leer algún texto o
encontrar la forma de ir más allá e incluso crear una obra literaria con
nuestros clientes.
Es importante que todas las
formas de comunicación estén integradas y funcionen armónicamente, el diseño de
las distintas piezas, partiendo de la Identidad, debe corresponder a nuestros
objetivo haciendo un todo que se refuerce con cada nuevo elemento, asemejándose al armado un rompecabezas. Las
referencias pueden ser infinitas y es en los detalles donde nuestro valor agregado
logrará la mayor solidez.
Este ejemplo puede ser aplicado a
la totalidad de los proyectos empresariales y nos hablan de una comunicación de
Identidad Corporativa que desde su concepción fue integrada sobre un concepto
fuerza, logrando así aprovecharlo y generar una Imagen que se corresponde con
nuestras expectativas y llega al público al que queremos dirigirnos.
Violeta Paputsakis, Licenciada en
Comunicaciones Sociales; Manuel Rampulla, Diseñador Gráfico. Ambos, integrantes
del estudio PARADIGMA Soluciones Comunicacionales, estudio de Diseño y Comunicación
especializado en Identidad Corporativa.
Dirección: Martín Cornejo 116.
Salta, Argentina
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